1990 Miller’s Crossing (Muerte Entre Las Flores) Joel Coen

Los hermanos Coen comienzan a finales de los ’80 a escribir un guion llamado “The Bighead”, titulado así por ser el apodo del personaje protagonista. Su idea es rodar una película homenaje al cine de gangsters y a los grandes clásicos del cine negro. Durante el proceso de escritura, los Coen sienten que su guion no está a la altura de las grandes historias que tratan de homenajear y se bloquean sin saber cómo continuar.

Ese mismo bloqueo les inspira a aparcar de momento “The Bighead” y escribir una nueva historia, “Barton Fink”, la cual trata precisamente de un escritor bloqueado artísticamente. Tiempo después de finalizar su escritura, que les llevó tan solo tres semanas, retoman su historia de gangsters.

Tras cambiar el título por “Miller’s Crossing”, en referencia al lugar en donde sucede uno de los momentos clave de la película, los Coen reúnen a un reparto de lujo para rodar la película, destacando las magníficas interpretaciones de Albert Finney y John Turturro.

El subgénero cinematográfico del cine de gangsters ha dado algunos de los títulos más importantes de la historia del cine, y “Miller’s Crossing” no es una excepción. Rodada con una muy cuidada fotografía y una hermosa banda sonora, la película es todo un regalo para los sentidos, posiblemente la película más hermosa de los Coen, incluso sus escenas más violentas poseen una gran belleza.

“Miller’s Crossing” tiene más en común con el cine clásico de gangsters que con los grandes títulos contemporáneos a la película de Martin Scorsese o Brian De Palma. Su historia gira alrededor de una guerra entre mafiosos provocada por proteger al corrupto hermano de una manipuladora mujer fatal (Marcia Gay Harden, otra gran actriz muy infravalorada). Partes de la historia se inspiraron en la novela “The Glass Key”, escrita en 1931 por un maestro de este tipo de novela negra: Dashiell Hammett, pero la película también homenajea títulos como la francesa “Le Doulos”, de 1963, o la clara referencia a “El Padrino” en la primera escena.

En su estreno, resultó un rotundo fracaso, recaudando tan solo la mitad del dinero invertido. Pero las ventas en VHS y, más tarde, en DVD recaudaron todo ese dinero y mucho más. Gracias sobre todo a la buena publicidad recibida por sus excelentes críticas. Hoy, “Miller’s Crossing” es ya toda una película de culto.

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