1991 Barton Fink (Barton Fink) Joel Coen
Como ya mencioné en la publicación dedicada a “Muerte Entre Las Flores”, durante la escritura del guion de esta gran película
de los Coen, ambos hermanos sienten que su historia no está quedando a la
altura de lo que quieren contar, por lo que deciden aparcarla de momento y
escribir otra diferente. De aquí surge el guion de “Barton Fink”, una de sus
mejores y más interesantes películas, en donde se habla, precisamente, de un escritor
de Hollywood que sufre un bloqueo de ideas, un guion que escriben en tan solo
tres semanas. Tras retomar la escritura de “Muerte Entre Las Flores”, durante
el rodaje de la película le proponen a uno de sus intérpretes, John Turturro,
protagonizar su siguiente proyecto: “Barton Fink”.
Una película muy difícil de encajar en un género cinematográfico en la que
los Coen realizan una divertida crítica a la industria del cine, a cómo
aquellos que aún lo consideran un arte deben verse obligados a ceder a las
muchas veces ridículas exigencias de las productoras que sólo buscan buenos
resultados en taquilla. Al mismo tiempo, utilizan “Barton Fink” como excusa
para homenajear a algunos de las grandes películas y directores de Hollywood
que admiran, como Stanley Kubrick en “El Resplandor”,
Roman Polanski en “Repulsión” o Alfred Hitchcock
en “Encadenados” (el plano de la lucha libre
reflejada en las gafas de Barton es un gran homenaje a la famosa escena de
Hitchcock).
Una película en apariencia mucho más sencilla que su antecesora, que a pesar de sus buenas críticas y ganar los premios a mejor película, director y actor en Cannes (la única película que ha ganado los tres premios en la historia del festival), fue un fracaso comercial, recaudando sólo dos tercios del coste total.
Muchos críticos y estudiosos han querido buscar todo tipo de metáforas y significados ocultos en detalles como la caja misteriosa o la pintura en la playa que cobra vida al final. Los propios hermanos Coen han reconocido que nunca buscaron una intención más allá que la estética.
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