1966 The Beach Boys: Pet Sounds
Muchas veces se habla de la supuesta rivalidad entre The Beatles y The
Rolling Stones, algo absurdo ya que eran grandes amigos y colaboraron juntos en
varias ocasiones, además de que ambos grupos quedaban de acuerdo para que las
fechas de publicación de sus discos no coincidieran y no compitieran entre sí.
Si existe una banda que fue capaz de plantar cara a The Beatles en cuanto a
innovación musical, esos fueron The Beach Boys. Una sana rivalidad que, más que
entre bandas, era entre Paul McCartney y Brian Wilson, cuya única intención era
la de autosuperarse y crear mejor música, y gracias a la cual se grabaron
algunos de los mejores discos de la historia de la música.
Wilson queda impresionado cuando escucha “Rubber Soul” y, tras sufrir un ataque de pánico en un concierto, la banda de
California decide seguir los pasos de los de Liverpool y abandona las giras
para meterse de lleno en el estudio y crear un disco capaz de superarlo. Así
surge “Pet Sounds”, un álbum cuyo principal artífice fue Brian Wilson, quien
tuvo que luchar contra el resto de The Beach Boys y contra su propia
discográfica, quienes sólo querían publicar nueva música, pero la obsesión
perfeccionista de Brian alargó de tres a nueve meses la grabación del nuevo álbum.
Wilson se asoció con el letrista Tony Asher para componer mejores letras y
se pasaba casi las 24 horas en el estudio retocando las grabaciones y añadiendo
todo tipo de instrumentos y nuevos sonidos al material, desde el sitar que ya habían utilizado The Beatles hasta botellas de Coca-Cola, cualquier cosa era
válida con tal de crear algo nuevo y diferente.
La importancia y la influencia de “Pet Sounds” es incalculable,
especialmente en las bandas de rock sinfónico y progresivo que surgieron a finales de la
década y tuvieron su mayor apogeo en los ’70. The Who, Queen, Pink Floyd o Led
Zeppelin son sólo algunos ejemplos de bandas muy influenciadas por la obra
maestra de The Beach Boys o, más bien, de Brian Wilson.
Para mí, de lo mejor de “Pet Sounds” es que, a pesar de todas las
innovaciones y de los nuevos sonidos, sigue sonando a The Beach Boys. Es decir,
no pierden su esencia y ese estilo muy influenciado por el rock de los ’50 que
tenía la banda en sus primeros discos.
Cuando “Pet Sounds” ya estaba listo para su publicación, The Beatles lanzan
“Revolver”. Meses después, lanzan su respuesta al álbum de los californianos:
el mítico “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”,
álbum al que también influenció “Pet Sounds” (McCartney lo sigue considerando
como uno de sus discos favoritos), al cual se hace un pequeño guiño al incluir
sonidos de animales en el tema “Good Morning, Good Morning”. Wilson lo tiene difícil
para responder a estos dos discos, no se rinde y comienza a preparar “Smile”. Pero
esa obsesión le pasa factura y comienza a sufrir serios problemas mentales que
lo alejan de la banda y de la vida social. “Smile” se cancela y sus compañeros
siguen sin su presencia.
Parte de ese material es recuperado por Brian Wilson grabando en 2004 el
álbum “Brian Wilson Presents Smile”, un disco que tardó casi 40 años en
terminar.
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