1952 Limelight (Candilejas) Charles Chaplin

Los comentarios políticos de Charles Chaplin, demasiado liberales para su época, provocaron que el gran cineasta fuese calificado como “comunista” y, por lo tanto, como ciudadano peligroso para el gobierno de Estados Unidos durante la triste época de la caza de brujas. No ayudó en su defensa la película “Monsieur Verdoux”, las más infravalorada de toda su carrera en la que muchos quisieron ver una dura crítica social al gobierno estadounidense, crítica que Chaplin no se molestó en esconder demasiado. Ese sentimiento de sentirse rechazado y de que su época dorada ya pasó están muy presentes en su siguiente título: la hermosa “Candilejas”.

Aunque en el cine de Chaplin siempre estuvo muy presente esa mezcla perfecta entre drama y comedia, “Candilejas” es su mayor incursión en el género dramático. Una hermosa historia a la que introdujo muchas partes autobiográficas, homenajeando sus inicios en el mundo del teatro cómico, o la relación entre el experimentado Calvero y la joven Terry, que recuerda al escándalo de Chaplin al casarse con Oona O’Neill, 36 años más joven que él.

Además de un hermoso homenaje a los grandes cómicos, “Candilejas” es el modo en que Chaplin cedió el testigo a las nuevas generaciones, en una época en la que su cine ya no encajaba, aunque quienes le admiramos tanto como yo nunca dejaremos de pensar que es un cine totalmente atemporal que nunca envejecerá. Para transmitir este mensaje, Chaplin contó con el gran Buster Keaton en una mítica y grandiosa escena en la que, por primera y única vez, las dos grandes leyendas del cine cómico mudo actuaron juntos. A Keaton le fue mucho peor que a Chaplin tras la llegada del cine sonoro, por lo que encontrar papeles a su avanzada edad le resultaba muy difícil, pero la admiración mutua era mucho mayor que esa supuesta rivalidad entre ambos que nuca existió.

Por los motivos políticos que mencionaba antes, “Candilejas” fue boicoteada en Estados Unidos y apenas tuvo difusión en cines. Chaplin contaba que, al viajar a Londres para promocionar la película, tuvo la sensación de que nunca volvería a Estados Unidos, y así fue, la única excepción fue en 1972, cuando volvió para recibir un Óscar honorífico por toda su carrera. Ese mismo año, “Candilejas” se reestrenó en Estados Unidos y, en la siguiente ceremonia de los Óscars, Chaplin ganó un segundo premio por su hermosa banda sonora, uno de los mejores trabajos de Chaplin como músico.


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