1953 Él (Él) Luis Buñuel
La escritora y poetisa canaria Mercedes Pinto publica en 1926 la novela
“Él”, inspirada en su machista marido. La obra de Pinto tuvo un gran
recibimiento en el mercado latinoamericano, no tanto en su España natal. Es por
esto que Luis Buñuel no conoce la novela hasta inicios de la década de los ’50,
cuando ya estaba establecido en México, quedando obsesionado con su
protagonista Francisco Galván y decidiendo que debía adaptarla al cine.
Con “Él”, Buñuel dio rienda suelta a todos sus fetiches y obsesiones. Los primeros
planos de insectos recuerdan mucho a “Un Perro Andaluz”.
Y la atracción sexual del protagonista por los pies femeninos se puede observar
en muchos planos en los que sólo vemos esta parte del cuerpo de la actriz Delia
Garcés. Un fetichismo personal de Buñuel que trasladó al personaje de Galván,
un personaje del que el director nunca negó tener una parte de autobiográfico,
ya que Buñuel siempre se consideró un hombre muy celoso y posesivo.
Este tipo de planos, además de su inquietante y maravillosa escena final,
recuerdan mucho al mejor cine surrealista de Buñuel, aunque sería un error
incluir a “Él” en este movimiento cinematográfico, Buñuel combina a la
perfección esos detalles del surrealismo con lo que podríamos llamar “cine más
convencional”, siendo Alfred Hitchcock uno de sus mejores alumnos en este
aspecto.
Hablando de Hitchcock, los fans del maestro del suspense encontrarán en “Él” una escena muy parecida en su obra maestra “Vertigo”, concretamente, la que sucede en lo alto del campanario de una iglesia. Hitchcock nunca lo negó, todo lo contrario, siempre manifestó una gran admiración por Buñuel y la gran influencia que éste tuvo en su cine.
En su estreno, Buñuel afirmó que “Él” era la mejor película que había rodado nunca. Como ya dije en la publicación de “Los Olvidados”, aunque se le recuerda más por las películas que rodó en España y Francia, en México rodó un 75% de su filmografía y, en mi opinión, sus mejores películas pertenecen a este periodo, entre ellas, esta maravilla que a nadie deja indiferente.
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