1955 Muerte De Un Ciclista (Muerte De Un Ciclista) Juan Antonio Bardem

Juan Antonio Bardem se inicia en el mundo del cine de la mano de Luis García Berlanga. Con él, debuta en la dirección en 1951 con “Esa Pareja Feliz” (película firmada por ambos directores), pero su consagración le llega en 1955 con una de las mayores obras maestras del cine español: “Muerte De Un Ciclista”.

Aunque la película entraría en la categoría de suspense, con muchos toques de cine negro y una gran e indudable influencia del cine de Alfred Hitchcock, “Muerte De Un Ciclista” es mucho más que eso. Toda una crítica a la sociedad de la España franquista, una sociedad conservadora e hipócrita con una diferencia de clases extremadamente elevada.

Los dos actores protagonistas debutan en el cine español con “Muerte De Un Ciclista”. Alberto Closas, aunque nacido en Barcelona, su familia emigró a Chile tras la Guerra Civil y, después de triunfar en varios países latinoamericanos, volvió a España y se convirtió en uno de sus grandes galanes. Lucía Bosé ya era toda una estrella en Italia cuando rueda en España la película por la que será siempre recordada, ese mismo año se casó con el torero Luis Miguel Dominguín. Puesto que su castellano aún no era muy bueno, Bardem decidió que la doblase la actriz Elsa Fábregas (voz en España de Scarlett O’Hara, Dorothy o Gilda, entre muchas otras).

Una película cargada de simbolismo desde su mítica primera escena, mostrando a los ricos en coche y a los pobres en bicicleta. Y dejando claro que, no es lo mismo la muerte de una persona de buena posición social que la de una pobre.

Maria José, el personaje de Lucía Bosé representa a la burguesía española de los ’50, hipócrita y dispuesta a cualquier cosa por mantener su estatus social, sin importar las consecuencias ni a quién se lleve por delante. Mientras que el personaje de Matilde hace referencia a la mentalidad de las nuevas generaciones, representadas por las protestas de estudiantes que reclaman justicia y libertad.

Motivos más que suficientes como para que fuese calificada por la Iglesia católica como “película gravemente peligrosa”. La censura obligó a Bardem a eliminar una escena con una huelga de estudiantes y a cambiar el final de la película. Ojo, aquí viene un spoiler, recomiendo no seguir leyendo sin haberla visto. Maria José no podía salirse con la suya y debía pagar por sus actos y morir, pero lo más curioso de todo es que la Iglesia no obligó a Bardem a matar al personaje por ser una asesina, primero accidentalmente y luego conscientemente, sino por adultera, ya que engañaba a su marido con otro hombre. La prioridad que le daba la Iglesia a unos pecados sobre otros es una muestra muy clara de la hipocresía de la España franquista.

Un clásico del cine español imprescindible.


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