1973 The Exorcist (El Exorcista) William Friedkin

William Peter Blatty publica en 1971 su famosa novela “El Exorcista”, para la cual se inspira en un caso real que investigó de joven cuando realizaba sus prácticas de periodismo. Cuando se le plantea llevar su novela al cine, no duda en ofrecerse para escribir él mismo el guion.

“El Exorcista” es una de esas películas que surgen en el momento y el lugar adecuado. El auge de sectas satánicas y el aumento del ateísmo a nivel mundial convierten al satanismo en un tema cada vez más popular, sobre todo después del éxito de películas como “La Semilla Del Diablo” y todo lo relacionado con los crímenes de Charles Manson.

La intención del director William Friedkin es hacer dudar de su fé a todo aquel que vea la película, desde el más creyente al más ateo. Para ello, se reúne con Blatty con el fin de encontrar el modo de darle un mayor realismo a la película y transmitir una mayor sensación de ansiedad entre los espectadpres. Muchos fueron los trucos utilizados para conseguirlo, desde construir el decorado de la habitación en una cámara frigorífica para que el vaho fuese real, hasta tirar petardos a los pies de los actores cuando menos lo esperaban con el fin de mantenerlos tensos.

Además, Friedkin envió equipos de sonido a mataderos para grabar los gritos de animales que, durante la película, se escuchan a un volumen muy bajo que nuestro cerebro sí es capaz de percibir. Todo esto rodeado de un rodaje plagado de desgracias que no hicieron más que aumentar la leyenda.

Su estreno fue muy polémico en ambos bandos, los satánicos amenazaron a todo el equipo, y los católicos la clasificaron de blasfema. Algunos cines tenían ambulancias en sus puertas para socorrer a posibles desmayados, lo que aumentó el morbo y, por lo tanto, el número de espectadores.

Está considerada como una de las mejores películas de terror jamás rodada. Recibió 10 nominaciones a los Óscar, algo muy inusual en películas de este género.

“El Exorcista” tuvo dos secuelas, una horrible estrenada en 1977, y otra muy interesante y recomendable de 1990, escrita y dirigida por el propio Blatty. En 2004 se estrenó una precuela que cuenta la juventud del padre Merrin. Precuela que fue un rotundo fracaso, remontada y reestrenada un año después con muchos mejores resultados, tanto de público como de crítica.

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