1955 Lady And The Tramp (La Dama Y El Vagabundo) Clyde Geronimi, Wilfred Jackson & Hamilton Luske
Tras la crisis durante la década de los ’40, los estudios Disney viven en
los ’50 su segunda época dorada con títulos como “Alicia En El
País De Las Maravillas”, “Peter Pan” o “La Bella Durmiente”. Para mí, “La Dama Y El Vagabundo” es el título más destacable de este
periodo y de la historia de la animación en general.
Resulta muy curioso (o tal vez, no) que
la historia más madura y realista que Disney ha realizado en toda su historia,
se cuente en una película protagonizada por perros. Sus personajes son mucho
más humanos y se enfrentan a problemas más reales que los de cualquier otra
producción Disney. Porque, aunque no se mencionen directamente, en la película
se tratan temas como los celos, un embarazo no deseado, una relación no aceptada en su
entorno social o el hombre que abandona a su pareja por miedo a enfrentar una futura
paternidad.
“La Dama Y El Vagabundo”, aunque pueda parecer una película muy inocente
contada a niños, es una película que se debe analizar escena por escena para
comprender todo aquello que realmente nos está contando. Descubriremos así un
auténtico drama que, ni antes ni después, Disney ha podido igualar.
Cuando se estrenó “El Rey León”, se anunciaba como la primera
película de animación de Disney con guion original, es decir, no basada en una
historia que ya existía antes. Esto no es del todo cierto. Walt Disney llevaba
trabajando en esta historia desde hacía más de 15 años, ya hubo un fallido
intento anterior de llevarla al cine después de “Pinocho”. Finalmente, contrató
al escritor Ward Greene para que escribiese, al mismo tiempo, la novela y el
guion de la película, basados en su idea. La novela se publicó, muy inteligentemente,
una semana antes del estreno. Por lo que, aunque la historia era original de
Disney, oficialmente, la película estaba basada en una novela ya publicada.
Gracias al éxito de la película, se dispararon las ventas del libro, del que,
por supuesto, Walt Disney poseía parte de los derechos. Anticipándose así dos
décadas al concepto de merchandising, que tan de moda puso George Lucas con “Star Wars”.
Dentro de la tradición del Disney del siglo XXI
de destrozar sus clásicos, en 2001 se publicó, directamente en VHS y DVD una
secuela protagonizada por uno de los cachorros. Y está previsto un remake para
este 2019 al estilo de las meteduras de pata que ya han hecho con “El Libro De
La Selva”, “El Rey León”, “Aladdin” o “Dumbo”. Unos estudios cinematográficos
fundados por uno de los cineastas más innovadores y arriesgados de la historia
del cine, y que hoy sólo viven de lo que fueron recurriendo a sus clásicos una
y otra vez, cero originalidad, cero riesgo.
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