2011 Drive (Drive) Nicolas Winding Refn
Desde el momento en que el cine pasó de ser un revolucionario modo de
mostrar imágenes en movimiento, a un nuevo tipo de arte que permitía contar
historias como ningún otro medio lo había hecho antes, han existido cierto tipo
de géneros considerados “más comerciales” que suelen ser ignorados por las
entregas de premios y no muy bien recibidos por la crítica, algo que no ha
hecho más que acentuarse con el paso de las décadas. El cine de acción es
quizás el peor valorado en este aspecto, pero hace diez años nos llegó una
película que sirvió como patada en la boca a todos esos rancios puristas.
Basada en la novela de James Sallis
publicada en 2005, el primer reto al que se enfrenta la productora al querer llevar
“Drive” al cine, es adaptar un guion repleto de flashbacks y convertirlo en una
historia lineal, algo que el guionista iraní Hossein Amini consigue a la
perfección. En 2008, se anuncia el proyecto que, en un principio iba a
protagonizar Hugh Jackman y dirigir Neil Marshall, pero éste se acaba retrasando
y ambos lo abandonan.
Uno de los productores, nada contento con las ideas de Marshall, se entera
por casualidad de que Ryan Gosling quiere rodar una película de acción, pero no
encuentra ningún guion que le guste. Éste no sólo le propone protagonizarla,
sino que confía plenamente en él y le ofrece la oportunidad de que sea el actor
quien elija al director que piense que mejor lo puede hacer. Gosling se lo
ofrece al danés Nicolas Winding Refn y todo comienza a tomar forma.
Realmente, la historia que nos cuenta “Drive”, muy cercana al cine negro, no
es precisamente original, y precisamente eso le da más valor a la película,
demostrando que en el cine es mucho más importante el modo de contarnos algo, y
el contar con grandes y muy definidos personajes, que la historia que se nos
quiere contar. “Drive” está rodada con un gusto excelente, sin negar la gran
influencia del cine de acción de los ’70 y ’80, en especial de los personajes
interpretados por Clint Eastwood.
Una joya de la pasada década que nos demuestra que el buen cine no entiende de géneros, y viceversa, no todo lo que nos venden como “buen cine” suele serlo.
Como curiosidad: una espectadora estadounidense denunció a la productora por publicidad engañosa, ya que en uno de sus trailers se anunciaba como “la nueva Fast & Furious”. Este tipo de publicidad engañosa con el fin de captar espectadores se ha hecho y se hará siempre, pero afortunadamente, en este caso fue así, y “Drive” no tiene absolutamente nada que ver con la horrible e interminable saga. Además, en su denuncia, también mencionaba los comentarios racistas contra los judíos, comentarios hechos en su mayoría por el personaje de Ron Perlman (actor judío), por no mencionar que el director le dedica la película a su amigo, el escritor chileno Alejandro Jodorowsky (también judío).
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