2019 Midsommar (Midsommar) Ari Aster
En una época en la que tenemos un muy fácil acceso a todo tipo de cine, y
en la que pensamos que ya nada nos puede sorprender, encontrar a cineastas como
Ari Aster es muy de agradecer. Con tan solo dos películas, ya se ha convertido
en uno de los directores más interesantes y originales de la última década.
En su primera película, “Hereditary”, Aster rinde homenaje al cine de
terror con tintes sobrenaturales y religiosos, llevándolo mucho más allá de
todo lo que se pudo haber visto anteriormente. “Midsommar”, en cambio, surge
como un homenaje al género “slasher”, ambientado en una comuna sueca. Pero
durante la escritura del guion, el director sufre una ruptura amorosa y decide
darle a la historia una mayor importancia a la situación de la pareja
protagonista, cuya relación amorosa no está atravesando su mejor momento y
están al borde de la ruptura. La idea del “slasher” queda descartada para dar
paso a una historia mucho más terrorífica.
Si hubiese que definir “Midsommar” con una sola palabra sería
“inquietante”. Una de esas películas repletas de escenas e imágenes que se te
quedan grabadas para siempre.
Con una primera parte en donde todo parece sospechosamente perfecto e idílico. La terrorífica historia que se nos cuenta y sus enfermizos personajes contrastan totalmente con una hermosa y muy colorida fotografía rodada casi en su totalidad en paisajes exteriores de Budapest. Acostumbrados a que el cine de terror suele ser oscuro y sombrío, sorprende encontrar aquí todo lo contrario.
A pesar de tener menos de dos años, “Midsommar” ya se ha convertido en toda una película de culto con millones de fans en todo el mundo. Como suele ocurrir en títulos así, olvidada en las entregas de premios, a pesar de ser una de las películas con mejores críticas de 2019.
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