1960 Macario (Macario) Roberto Gavaldón
Que “Macario” esté considerada como una de las mejores películas de la
historia del cine mexicano no se debe sólo a lo emotivo de su historia y a la
fidelidad a la hora de retratar el modo de vida y las costumbres de México
durante la época del virreinato en el siglo XVIII, sino a su combinación de
personajes realistas y fantásticos que la convierten en una obra cumbre del
cine surrealista, sin duda, muy influenciada por el cine de Luis Buñuel.
“Macario” cuenta la historia de un padre de familia muy pobre cuyo único
deseo es comerse él solo, sin compartirlo con su familia, un pavo (o
“guajolote”, como lo llaman aquí). Su esposa le concede su deseo y Macario se
dispone a darse el manjar de su vida cuando tres extraños personajes se le
aparecen, primero el diablo, después Dios, y finalmente la Muerte, con ésta
última hace un extraño pacto que cambiará su vida para siempre hasta llegar a
un final que, por supuesto, no contaré aquí, pero que no todos comprendieron,
aunque en mi opinión, está muy claro.
“Macario” es para Día de Muertos lo que “Qué Bello Es Vivir” es para Navidad, es decir, probablemente la película que mejor
representa esta festividad. Una celebración con raíces milenarias mezclada con
la influencia de la cultura cristiana cuyo verdadero significado, la
celebración de la vida y la muerte, está presente en toda la película, además
de mostrarnos la parte más tradicional de esta fiesta, destacando las hermosas
escenas rodadas en las grutas de Cacahuamilpa, en el estado de Guerrero, las
cuales se llenaron con cientos de velas cuidadosamente colocadas, sin ningún
tipo de truco ni efecto óptico.
Fue la primera película mexicana en recibir una nominación a los Óscars como Mejor película de habla no inglesa.
Aunque suelo poner como video un tráiler original, no he encontrado ninguno, por lo que dejo este realizado en 2015.
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