1964 Mary Poppins (Mary Poppins) Robert Stevenson
La actriz y periodista británica Pamela Lyndon Travers publica en 1926 una
historia corta protagonizada por la peculiar niñera Mary Poppins, pero es en 1934,
con la primera de las ocho novelas que escribió sobre el personaje, que
comienza a tener éxito como escritora.
La hija de Walt Disney queda totalmente enamorada de la novela y le insiste
a su padre en que la adapte al cine. En 1938, tras el gran éxito de su primer
largometraje, “Blancanieves Y Los Siete Enanitos”,
Disney trata por primera vez de comprar los derechos, pero Travers se niega en
rotundo, pensando que ninguna película sería capaz de captar al personaje,
mucho menos en una de animación, recordemos que los estudios Didney no rodarían
películas con actores hasta un par de décadas después.
Durante más de veinte años, Walt sigue insistiendo en varias ocasiones
siempre recibiendo una respuesta negativa por parte de la escritora, hasta que,
en 1961, ésta accede por estar viviendo una difícil situación económica, eso
sí, ella debía aprobar el guion y todos los detalles. Disney accede sabiendo
que Travers no estará contenta con el proyecto que él tiene en mente, pero
sabiendo que la convencerá después. Todo esto viene mucho mejor explicado con
la muy recomendable y emotiva película de 2013 “Saving
Mr. Banks”, protagonizada por Tom Hanks y Emma Thompson.
Walt Disney llevaba tantos años tras el personaje y trabajó tanto para
conseguir los derechos que se involucró como nunca en su rodaje. Contrató a los
míticos Sherman Brothers para componer las canciones de “Mary Poppins”, fue su
segunda colaboración con ellos, aunque no la última. Sin duda, uno de los
mejores trabajos de los hermanos, que crearon una inolvidable banda sonora
repleta de inolvidables y muy pegadizas canciones.
“Mary Poppins” lanzó al estrellato a una desconocida Julie Andrews y fue
uno de los primeros papeles cinematográficos del cómico televisivo Dick Van
Dyke. Travers se opuso en principio a los dos actores y a convertir la historia
en un musical, cediendo finalmente gracias al poder de convicción de Walt
Disney. Pero la peor pesadilla de la escritora surgió al enterarse que habría
una escena en la que se combinaría imagen real con animación. Una técnica que
Disney utilizó por primera vez en los años ’20 en los famosos cortos de
“Alice”, y que en “Mary Poppins” se perfeccionó creando una fusión entre ambos
que sigue sorprendiendo a día de hoy.
Una de las películas más bonitas jamás rodada, por la que no ha pasado el
tiempo y que sigue siendo la opción ideal para entretener a los más pequeños.
P.L. Travers publica en 1988 la última de las ocho novelas de Mary Poppins. Desde 1993, la productora Disney trató de crear un musical para teatros basado en la película, pero Travers se negó en rotundo ya que nunca le gustó la adaptación de Disney. Tras su muerte en 1996, el proyecto comienza a tomar forma y se estrena finalmente en 2004, sin dejar de estar presente en los escenarios hasta hoy.
En 2018, Disney estrenó la secuela “Mary Poppins Returns”, protagonizado por Emily Blunt y con cameos de Dick Van Dyke y la “niña” Karen Dotrice.
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