1947 The Lady From Shanghai (La Dama De Shanghai) Orson Welles
Orson Welles está dirigiendo en teatro una adaptación musical de “La Vuelta
Al Mundo En Ochenta Días” de Julio Verne, al quedarse sin productor, Welles
necesita dinero urgente para que su musical siga adelante, llegando a un
acuerdo con la productora Columbia Pictures: le darán el dinero que necesita a
cambio de comprometerse a escribir y dirigir una película para ellos.
Según contaba Welles, propuso adaptar el primer libro que vio mientras
llamaba por teléfono con el dueño de la productora: “If I Die Before I Wake” de
Sherwood King, libro que no había leído pero que sólo mencionó para obtener el
dinero que necesitaba. Esta anécdota parece ser falsa ya que, por lo visto,
Columbia ya contaba con los derechos de la novela y fueron ellos quienes se la
propusieron. Sea como sea, fue la novela en la que se basó para escribir el
guion “La Dama De Shanghai”, una de las mejores películas de uno de los mejores
directores de cine de todos los tiempos.
La productora estuvo encantada cuando Welles se propuso a él mismo y a su
esposa, Rita Hayworth, como protagonistas. Pero se escandalizaron cuando vieron
que Welles hizo que Hayworth se cortara el pelo y lo tiñera de rubio. La
productora quería a la Hayworth de “Gilda” y
Welles quería todo lo contrario. La actriz sabía que su cambio de imagen
causaría polémica, pero accedió con la intención de reconquistar a su marido,
lo cual no funcionó y terminaron divorciándose poco tiempo después de terminar
el rodaje.
El primer montaje de “La Dama De Shanghai” no gustó nada a la productora.
Welles no utilizó a propósito primeros planos y la historia era mucho más
confusa. Columbia le obligó a rodar nuevas escenas (¿cómo no iba a haber
primeros planos de la Hayworth?) y aunque al director no le gustó la idea, tuvo
que acceder a causa del contrato firmado.
A pesar de las imposiciones que tuvo, “La Dama De Shanghai” es una de las
películas en las que Welles demuestra su gran talento y su innovación y
creatividad, especialmente en la famosa escena final en la casa de los espejos,
mil veces imitada y parodiada en el cine y la televisión.
A principios de este siglo
estuvo a punto de rodarse un remake protagonizado por Brendan Fraser, Michael
Douglas y Catherine Zeta-Jones, pero el rodaje se terminó cancelando después de
haberse confirmado.
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